De acuerdo con los cálculos oficiales del Instituto de Salud del Estado de México, tenemos un índice de población de perros de 8.5 millones, de estos, 5 millones viven en situación de calle, abandono, peligro y maltrato.
Todavía se puede observar en las calles o mercados a personas ofreciendo cachorros adentro de jaulas que apenas si caben, sin comer, sin agua, para no limpiar sus residuos.
Existen leyes contra el maltrato a los animales, pero es como si no las hubiera, hay una crueldad enorme en las calles, en algunas casas se observan perros aislados, encerrados o amarrados en las azoteas.
Es necesario concientizarse de que una mascota, como si fuera un ser humano menor de edad, necesita atención, cariño, buena alimentación, desarrollar actividades recreativas, medidas de higiene y hasta recibir educación, ropa y accesorios, lo que representa gastos para sus propietarios que en su mayoría decide deshacerse de la responsabilidad abandonándolos en la calle, donde su destino final serán los basureros o arrojados por autoridades municipales sanitarias después de su sacrificio violento y doloroso.
Algunos cálculos oficiales indican que anualmente entre unos 10 y 15 mil cadáveres de mascotas, principalmente caninos, terminan en basureros clandestinos por la falta de infraestructura y recursos económicos de los gobiernos estatal y municipales; cifra que podría ser superior pues no existe transparencia en los gobiernos locales para informar sobre el número de canes sacrificados y el método que utilizan en los 28 centros de control canino que existen en el Estado de México.
Existen albergues para mascotas que se dedican a rescatar a los animalitos en situación de calle, la mayoría son privadas, pero necesitan de mucho apoyo tanto como alimentación y atención veterinaria, se debe de concientizar a la sociedad para que no se siga con el aumento de canes en situación de calle y mejor optemos por adoptar y donar a estos centros de ayuda para animales en situación de calle.
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