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Foto del escritorYessica Olvera

No lo dejes para después





Hola mi buen amigo lector, hoy me encuentro aquí contigo para hablar de algo que nos gusta siempre dejar para después, si me refiero a los atemorizantes hábitos ¿te dan miedo?, si, a mí también, no solo a ti y a mí, a muchas personas nos dan miedo cambiar nuestra cotidianidad, tan cómoda y “reconfortante”, que cuando algo nuevo se nos presenta, nos suele interesar, entusiasmar, pero pasados unos días, vamos postergándolo, “hoy no me dio tiempo, mañana si lo haré” e infinidad de pretextos más hay, podría escribirlos todos, pero sé que esto te pasa y tú al leerlo, puedes pensar en ese pretexto, ¿Ahora entiendes a qué me refiero con eso de postergar hábitos?


Años van y vienen, y los cambios en tu vida siguen sin ser metas cumplidas, pero hey, no te sientas mal, recuerda que toda la vida es un proceso, constantemente aprendemos todos los días, muchas veces sin darnos cuenta, pero aprendemos, la diferencia radica en que aprendes a tu ritmo, a tu edad, resulta un poco ilógico que a los 13 años pretendas hacer un balance general de una empresa multinacional, entonces procura tener metas, objetivos y hábitos a tus tiempos.

Como decía nuestro buen amigo Aristóteles “Considero más valiente al que conquista sus deseos, que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más duradera es la victoria sobre uno mismo”.

Te preguntarás muy consecutivamente, ¿Cómo lo hago? ¿Por qué no lo puedo lograr? ¿Por qué solo me dedico a soñar? Y muchísimas preguntas más que lo único que obtienes con ello es decaerte un poco más, entonces asumes que no es un asunto de no querer, sino más bien, crees que es incapacidad lo cual te lleva a constantes bajones emocionales, nada más alejados de la realidad.

Sabías que puedes hacer que tu cerebro no se resista a crear nuevos hábitos, por el contrario, si prestas atención, puedes hacer de tu cerebro tú mejor aliado; esto se debe a que un hábito es aquel que no es nato de cada uno, es decir, no nacemos con ello, uno no nace sabiendo lavarse los dientes, uno no nace con el amor a las gorditas de chicharrón o con amor hacia la que no sabe tan bien si no está bien muerta, la cerveza, toda nuestra vida es un conjunto de repeticiones constantes denominadas hábitos, la palabra se refiere a repetir más de una ocasión una actividad aparte de nuestra rutina diaria, con el objetivo de hacer algo bueno por nuestra vida.


Nuestro cerebro funciona con patrones o modelos predecibles que se producen con la continuidad con la que se producen, en forma sintetizada quiere decir que, toda nuestra vida, desde que nacemos hasta que morimos, son un conjunto de actividades que tienden a ser repetidas (cotidianas), como actividades del hogar, ir y venir del trabajo, la escuela, ¿La dificultad de crear un hábito?, está se presenta debido a un simple y poderoso factor, a nuestro cerebro no le gustan los cambios, es como los gatos, todos los que poseen un gato saben de qué hablo, el cerebro está acondicionado a “mantenernos vivos”, con el menor desgaste energético posible, ¿A qué me refiero con esto?, el cerebro aprende patrones de nuestra rutina, sin embargo, si nosotros pretendemos aprender algo nuevo, algo que requiera un desgaste energético físico o mental, el cerebro hará todo lo posible, por ahorrar esa energía “para salvaguardarte”.

En el momento en el que eres consciente de que los patrones (hábitos) que estás llevando rigen tu vida, comienzan a no agradarte, comienzas una búsqueda por saber quién o qué te construye a ti como persona, y comienzas a aventurarte a nuevas experiencias, o piensas que vas a hacerlas, ocurren dos cosas, lo haces o lo postergas.

¿De qué depende cada una de ellas?, depende en una cuestión fisiológica (el cerebro), y otra psicológica (emociones), vamos por partes querido amigo lector, espero estés aquí en la lectura, parte importante de los hábitos es la atención, si aún te encuentras aquí continuemos…

Comencemos con la fisiológica, hasta el día de hoy, tu cerebro cree que te ha mantenido a salvo con los pocos o malos hábitos que tienes, al incorporar uno nuevo, que requiera de ti un nuevo esfuerzo físico o mental, como andar en patines, o la lectura, no comprenderá que fin tiene querer desgastar energía y hará hasta lo imposible por querer “recuperar el control”, y parcialmente someterte a desistir de aprender o persistir en algo nuevo, ahora bien, te has preguntado ¿De qué se vale tu cerebro para detenerte?, lo hace a través de los pensamientos evasivos, son aquellos que te distraen, te alejan de tus objetivos, es decir, las excusas, cada vez que utilizas una de ellas, por ejemplo “hace frío, después, mañana lo continuo, mañana ahora si lo hago, no me siento muy bien” e incontables excusas, creo que todos tenemos una excusa que termina deteniéndonos constantemente, el cerebro es plenamente consciente de que lo que haces no es más que poner excusas, pero se aprovecha de ello para hacerte creer que son motivos reales tangibles, lo único que provoca es que te las termines creyendo por lo tanto, “lo dejas para después”.

Por otro lado, ¿Cómo afectan las emociones a un cambio?, si bien, ya sabes ahora que jugarretas provoca tu cerebro, tú como persona plenamente consiente realiza un análisis propio y piensa ¿Es solo eso lo que me detiene? ¿Hay algo más? ¿Existe un trasfondo psicológico de tras?, no requerimos más que echar un vistazo a nosotros mismos, ¿Por qué en ocasiones, por más que queramos realizar un cambio “fracasamos”?, ¿Por qué terminamos desistiendo de ello?, pero hey querido lector, detén ahora esos pensamientos negativos, tú y solo tú, eres capaz de poner un alto a esas emociones negativas, en ocasiones no se trata de ser malo en algo y dejarlo, muchas veces crear un hábito se trata de formar una autoconciencia, y ese es el problema, por ejemplo, si yo quiero iniciar a hacer ejercicio, al hacerlo puedes llegar a pensar “es imposible, mírame”, “y si lo logro y hago sentir mal a alguien”, “lo voy a hacer para agradarle a alguien” y al final por más linda o guapo que te pongas, solo no le agradas, este tipo de situaciones, produce en ti miedo, miedo a realmente soltar, aprender y valorarte. Nunca resulta fácil luchar contra uno mismo o aceptarse y precisamente de eso se trata, un nuevo hábito es una forma de abrir los ojos y entender, que lo que paso en tu pasado ya no está, que no tienes la certeza de que va a pasar en tu futuro, porque uno no tiene el destino del mundo en sus manos, solo tienes el aquí y ahora, con sus defectos, pero aquí esta, con su lado bueno, siempre y cuando dejes de mirar a otro lado y te enfoques en lo que tienes frente.


Retomando y uniendo un poco cuerpo y mente, si procuras crear una autoconciencia, con sus verrugas y todo, aceptando que hay cosas que no puedes cambiar y cambiando las que si puedes, serás capaz de aceptar que todo lo que te daño ya no está, sí, dolió, pero ya no está, aprenderás que si puedes convencer a tu mente de ponerse las pilas, porque ya decidiste ganarle a tu cerebro y crearas un hábito, con el tiempo comenzara a ser más fácil dejar de poner excusas, identifícalas, para que cuando se presenten, puedas decir no, yo soy quien tiene el control de este juego llamado vida.


Ahora bien, hoy en la actualidad uno ya no solo lucha contra sus propias excusas, a la lista de distractores se suma el mal uso de las redes sociales, o en su defecto, su uso en exceso, aunque no me malentiendas querido amigo, mi punto no es desacreditarlas, porque realmente que son útiles, para comunicarte con viejos amigos, familiares lejanos, para informarte (presta atención a fuentes verdaderas), ahora para hacer crecer tu negocio, etc. A lo que quiero llegar es, así como son benéficas si se usan con autoconciencia son muy buenas, el problema es si no tenemos autoconciencia y autocontrol de nuestra vida misma, porque comenzamos a utilizarlas para que nuestro tiempo se vaya en ello, para hacernos desviar la atención de nuestros propósitos de año nuevo y lleguemos a diciembre lamentándonos.

Ya no solo se trata de vivir a merced de tus impulsos más básicos, sino más peligroso, vivir a merced de las empresas que invierten millones en investigación y tecnología para monetizar esos impulsos básicos, querido amigo, para llegar a la virtud plena y lograr los hábitos que buscas, tus límites deben ser autoimpuestos, es decir, presta atención a tu vida, solo es tuya y

es tu responsabilidad vivirla, no permitas que el tiempo pase de largo y tú te quedes a un lado añorando lo que tiene la demás gente, atrévete, da un salto de fe, cree en ti, tú siempre vas a ser tu mejor apuesta, recuerda que la clave se encuentra en luchar contra ti, lucha con el arma con la que los pretextos no pueden vencer, LA DISCIPLINA, esta radica en hacer las cosas cuando tienes la motivación para hacerla y cuando no, la única forma de ser bueno en algo, es hacerlo mal muchas veces, sin más por el momento me despido de ti querido amigo, no sin antes pedirte que pienses en esto…

“Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.” Buda Gautama


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